La admiración de la realeza por este whisky llevó a John Walker & Sons a recibir la Cédula Real otorgada por la monarquía británica, que hoy en día sigue vigente.
Poco a poco y generación tras generación, los Walker han querido mejorar la receta del whisky familiar ofreciendo diferentes mezclas de whiskies.
El fundador de la mítica destilería, Johnnie Walker, consiguió crear una mezcla especial de malta y grano madurados durante un mínimo de 12 años en barricas de roble.