La historia de esta bodega la contemplan tres generaciones. El abuelo nació en 1891 y Emilio Moro padre en 1932 en el entorno vitivinícola que le rodeaba, pisando uva y trasegando vino en su pueblo natal, Pesquera de Duero, en la provincia de Valladolid.
En Emilio Moro siempre dicen que para tener un buen vino hay que mantener un buen equilibrio entre alcohol, acidez y estructura. De la misma forma, para tener una gran bodega creen necesario establecer un triángulo de equilibrio formado por tres pilares fundamentales: tradición, innovación y responsabilidad social.