Este proyecto de recuperación de la vitivinicultura tradicional del Alto Vinalopó se ha fraguado con la unión entre David Carbonell, enólogo alicantino, y las familias Ballester y Ferrero.
Encontraron 25 toneles grandes de mediados del siglo XIX. Los propietarios de la bodega Colección de Toneles Centenarios trabajan en la búsqueda de la mayor fidelidad a la antigua y rica tradición vinícola alicantina.
Todos los vinos, fondillones y vermuts que elaboran parten de cepas muy viejas de castas históricas del lugar y para conseguir las mejores uvas, practican la agricultura y las vinificaciones biodinámicas y emplean la mínima intervención en todos los procesos tanto en el campo como en la bodega. No han inventado nada, solamente siguen el legado inmemorial de sus antepasados trabajando igual que lo hacían sus abuelos y empleando los mismos medios que ellos tras recuperar la antigua bodega del siglo XIX: tinajas, lagares de cal y arena y roble centenario.